La cultura forma parte de la seña de identidad de un pueblo o de una comunidad, cuando es compartida por otros, pasa a ser universal. En Gibraltar, este pasado miércoles tuvo lugar una iniciativa que refleja como también es posible a través de la música. Niños y niñas, estudiantes de uno y otro lado de la frontera/verja unieron sus voces en un acto de confraternidad plena, demostrando que es más lo que nos une que lo que nos separa.
‘Los chicos del coro’ de los colegios Prior Park y The Loreto Convent, dos centros educativos de excelencia en Gibraltar, ofrecieron toda una lección de como a través de la cooperación y de la colaboración se derriban fronteras y de cómo, en este caso la música, es el vínculo perfecto.
Desde este grupo editorial no podemos sino aplaudir iniciativas como esta, que propician puntos de encuentro entre residentes en Gibraltar y su Campo y que, además, tienen un marcado carácter solidario, de ayuda a erradicar el hambre en el mundo.