El sindicato ACAIP defiende el uso de pistolas eléctricas en Botafuegos. El delegado sindical en Algeciras, José Luis Álcaraz cree que tendría un efecto disuasorio y coercitivo para repeler las agresiones sufridas por los funcionarios por parte de los internos. «Son armas adaptadas y sería sólo para momentos muy puntuales y determinados», explica a Diario Área.
La escalada de agresiones, (sólo en seis años se han registrado 2.100 en prisiones de toda España) justificaría la necesidad de contar con este tipo de armas táser que inmovilizan al atacante. Álcaraz precisa que el uso quedaría controlado mediante el protocolo que se concretice. «Estamos hablando de agresiones prácticamente a diario en las prisiones. La última, hace unos días, a un compañero funcionario de Soto del Real que recibió cuatro puñaladas y con intenciones homicidas por parte del interno que simuló que se desmayaba y infringió heridas al compañero con un pincho carcelario».
En esa apuesta por portar armas, el sindicato cuenta con el respaldo de VOX. «Es el único partido que se ha mojado y nos está apoyando en nuestras reivindicaciones». Del resto de formaciones políticas, el sindicato se queja de que les han dado la espalda, «queremos negociar, que haya la predisposición que por ahora no tenemos, sólo con VOX. Nos escucharon durante más de dos horas y nos dijeron que iban a pelear por todo, estuvimos hablando hace tres días con Antonio Gallardo, coordinador del partido en la Comarca y nos recalcaron lo mismo».
«VOX es el único partido que se ha mojado y nos está apoyando en nuestras reivindicaciones»
El problema latente que sufre Botafuegos se repite en los distintos centros penitenciarios de Andalucía y del resto de España. Pocos funcionarios para una, cada vez, mayor población reclusa. Sólo en Botafuegos, esa masificación supera los 1.400 presos cuando la capacidad está establecida en 900. «La opinión pública, los ciudadanos tienen que saber como trabajamos, todo sigue igual, no ha habido soluciones para nada», denuncia.
De ahí las movilizaciones, protestas que no han cejado en los últimos años. «Ha cambiado el Gobierno pero las promesas no han ido a más», lamenta. «Hay 26 módulos que están sin abrir, eso supone como dos cárceles del tamaño de Algeciras que están vacías. La falta de funcionarios y existiendo más internos de la cuenta, todo eso afecta a la seguridad y se producen las agresiones. Y tres personas no pueden hacer el trabajo de siete como sucede ahora que la ratio de internos por profesionales es muy elevada».
Las movilizaciones secundadas en toda España, este miércoles, por los sindicatos de prisiones, son sólo un aviso, «vamos a seguir protestando y las agresiones a nuestros compañeros no nos van a frenar, al contrario nos dan ánimos para seguir en la brecha».
Fuentes consultadas han confirmado a esta redacción que, el pasado martes, cuatro funcionarios resultaron con heridas tras intentar reducir a un interno en el módulo de aislamiento de Botafuegos, sería el último episodio, por el momento, de agresiones a funcionarios en una cárcel española.