
Para Verdemar Ecologistas en Acción «la normalidad a la que estábamos acostumbrados, no es tan normal en realidad. Una de las cosas buenas de este confinamiento es que a mucha gente se le han abierto los ojos sobre esto. Nos hemos dado cuenta de la necesidad de otro modelo de ciudad, que nos hayamos encontrado con un aire tan limpio, con una reducción de hasta un 70 % de los niveles de contaminación de ciertas sustancias. Se han estado publicando informes sobre en qué medida han disminuido la contaminación ambiental en diferentes ciudades, ciudad por ciudad. Se han analizado las muertes por contaminación en este período de confinamiento y el resultado ha sido que han disminuido las muertes por contaminación ambiental».
Hay que recordar que «la contaminación ambiental mata en España a entre 25.000 y 30.000 personas al año, en el conjunto de Europa 500.000 y entre 5 y 6 millones en todo el mundo. Este es otro virus que mata de forma más silenciosa y que llena las urgencias de los hospitales. Las gráficas de concentración de dióxido de nitrógeno coinciden con las gráficas de los ingresos en urgencias. Es una evidencia; desde la OMS, pasando por los diferentes ministerios hasta la Agencia Europea de Medio Ambiente, todas han constatado la relación directa de muertes prematuras con los niveles de contaminación, esa es la otra cara, es como otra epidemia«.
Hay otro aspecto importante de contaminación ambiental que importa mucho a las personas; «el ruido en las calles. En todas partes de España, en cada pueblo y ciudad, el primer problema ambiental que señala la ciudadanía es el ruido. Pues bien, durante este confinamiento se ha podido disfrutar de un ambiente acústicamente limpio, con el frenazo que ha supuesto quedarse en casa, las calles se llenaron de sonidos de naturaleza que el ruido no nos dejaba oír».
«La recuperación de las ciudades en lo que a la flora y a la fauna se refiere, también ha sido algo evidente, animales que se trasladaron a zonas que habitualmente ocupábamos masas de humanos, como las aves del río que se han visto por las calzadas, las plantas y la hierba que comienzan a crecer allá donde no la pisan, insectos que hacía mucho que no se veían aparecían de pronto en nuestro salón».
RENATURALIZACIÓN
Finalmente Verdemar añade que «esto nos hace ver que en la mayoría de las ciudades hace falta una renaturalización inmediata, las calles se llenas de objetos inertes, zonas grises sin árboles, zonas marginadas despojadas de vida… Urge una respuesta inmediata a través de los PGOUs de los municipios en los que se incluyan planes reales y presupuestados para llevar a cabo ese cambio ambiental. Bajo la participación activa de todos los sectores de la comunidad en beneficio de la salud y calidad de vida de la ciudadanía».