
Hubo quien lloró. Porque ha sido emocionante el momento en el que Nicolás Sosa, presidente de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de la Provincia de Cádiz, le ha entregado en el Palacio de Congresos de La Línea a Carlos Vargas, presidente de la Sociedad del Cante Grande de Algeciras, la guitarra de cristal en reconocimiento a la gran, seria e importante labor que la entidad flamenca viene haciendo por este arte desde hace ya más de medio siglo. Y lo que queda.
Vargas, consciente de la relevancia del momento y emocionado delante de los socios de las peñas flamencas gaditanas, mostró su agradecimiento a la Federación por este reconomiento. Y miró hacia el futuro, sin olvidar el pasado y el testigo que tomó de otro grande, su padre, también presente en la platea. Fue emocionante.
Al acto asistieron las ediles de Cultura y de Fiestas de Algeciras, Pilar Pintor y Juana Cid; el delegado provincial de Cultura, Antonio Moreno; el vicepresidente de Mancomunidad, Daniel Perea; la alcaldesa de Puerto Real, Elena Amaya; el alcalde de La Línea, Juan Franco, y representantes de numerosas peñas flamencas de la provincia.
Convivencia, la esencia de las peñas
En el acto institucional, el presidente de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de la Provincia de Cádiz destacó la convivencia como esencia de las entidades flamencas y el importantísimo papel que juegan para preservar el flamenco más puro, así como en el apoyo y crianza de nuevos talentos del rico universo flamenco antes de salir a los escenarios del mundo.
El presidente de la Peña Flamenca Cultural Linense y vicepresidente de la Federación Provincial, Enrique Morales, destacó el hermanamiento entre las peñas de la provincia, las numerosas actividades que se vienen realizando y cómo la relación entre ellas es cada vez más intensa y con actividades comunes habituales. Por su parte, el delegado provincial de Cultura insistió en que el trabajo iniciado con las entidades flamencas continuará.
Además, tras el acto institucional los aficionados pudieron disfrutar de un recital de cante, de factura impecable, con las voces de José Canela, Paqui Lara, Juan Delgado, Morenito de Íllora, Perico El Pañero y Antonio Madreles, las guitarras de Fran de Algeciras y Manuel Peralta y las palmas de Fernando Canela y Guille Campos.