
La algecireña Monika Bellido sabe bien de lo que habla. Su vida ha estado vinculada desde siempre al flamenco, un arte ‘mamado’ desde muy pequeña y que le llevó al baile de manera natural, a pesar de que ha estado durante bastantes años ejerciendo otra de sus pasiones, el periodismo. Sin embargo, asegura que su amor ha estado y estará indisolublemente ligado a estas raíces que le llegan de familia.
«No he dejado nunca el periodismo pero sí que es cierto que el flamenco para mí es una forma de entender la vida, es la banda sonora de mi vida», y con esa reflexión, Mónika Bellido echa la mirada para atrás y lo hace a través de ‘Bailaora’, un espectáculo que se estrenará en el Teatro Municipal Florida, el próximo 6 de noviembre.

«Cuando he preparado este espectáculo, he querido reflexionar sobre estos casi cincuenta años de vida. Un momento en la madurez donde te planteas cómo han sido todos estos años y, precisamente, estoy en una etapa muy bonita, de ahí lo de explicar bailando la esencia de mi vida como bailaora, regada por personas, por músicas, que me han enriquecido».
Con estos mimbres decide ponerse sobre las tablas del Florida. «Disfruto mucho poniéndome encima de un escenario. Poder volver a abrir un teatro después de que el espectáculo se quedara en puertas debido a la pandemia ya te puedes suponer lo que está siendo».
De este ‘Bailaora’ hay «connotaciones muy claras», explica. «Estamos en una comarca que se ha nutrido de flamenco, desde el gran Paco de Lucía y con muchos otros artistas que ha fraguado la historia del flamenco». «Siempre en dicho que en cada volante de mi bata de cola va prendidas las enseñanzas de cada uno de mis maestros, que te ayudan a subir peldaños. A todos ellos les quiero rendir homenaje».
En sus ‘floreos’ y ‘braceos’ estará el recuerdo de su familia, «mis primeros sonidos son los de mi madre cantando», mi maestro Pepe Heredia, de Andrés Rodríguez, Mariquilla… mi parte madrileña con gente como el Güito, personas que te van aportando hasta que encuentras tu propia personalidad, se trata de contar tu propia historia pero teniendo en cuenta de dónde vienes, es un viaje interior porque cuando llega ese momento, lo que haces es dirigirte al público pero también establecer un diálogo consigo mismo», señala.
‘Bailaora» además es un término que reivindica a la mujer en el flamenco. «El término Bailaora lleva ímplicito el concepto del flamenco al igual que cuando hablamos de cantaor o tocaor. Y Bailaora tiene ese deje andaluz, expresa ese espíritu de los andaluces».

Un espectáculo además ambicioso: «Mi deseo es llevarlo fuera pero también soy realista porque es totalmente artesanal», aún así, muy satisfecha por «los grandes artistas que me acompañan». Estructurado en cinco poemas recitados por voces tan importantes como la de Juan José Téllez, el actor Pedro Delgado, La Argentina, Pepe de Lucía o su primo, Alejandro Sanz. «Y con grandes acompañantes al cante, al toque y al baile con los que estoy segura será una gala extraordinaria».
Y concluye con una reflexión que tiene mucho de esperanza y supervivencia. «Estoy convencida de que el flamenco no solo va a crecer sino que se va a expandir mucho más fuera de nuestras fronteras. El flamenco no es una corriente de moda, forma parte de la identidad del pueblo andaluz, es una herencia internacional de artistas como Paco de Lucía que han sembrado la semilla por todo el mundo. Nosotros recibimos la herencia y recogemos los frutos. El flamenco ha sobrevivido a las grandes tragedias porque en él mismo también está implícito la alegría pero también el llanto que puebla nuestras vidas».