
A escasos kilómetros del Aeropuerto de Sevilla, en pleno corazón del Parque Alcosa y entre algunas viviendas, se encuentra una escuela que a simple vista puede parecer una entre tantas, pero la realidad es que en el momento de su fundación se convirtió en un depositario judicial que alberga ni más ni menos que veinte aeronaves incautadas en las operaciones que la Guardia Civil realiza contra el narcotráfico en El Estrecho y su entorno, con un único fin: servir de maquinaria práctica para estudiantes de aeronáutica.
Transportar droga en helicóptero se ha convertido, con el paso del tiempo y sobre todo en los pasados meses, en un negocio cada vez más lucrativo. Una de las últimas operaciones, de las muchas que se realizan en la comarca, ha estado relacionada intrínsecamente con este tema. Tres helicópteros fueron incautados a principios de año en la denominada ‘Copa-Sucre‘, en la que se detuvieron a once personas que portaban cuatro armas de fuego, abundante munición, chalecos antibalas y numerosos dispositivos electrónicos.

Pero lo que más llamó la atención es que una de esas personas que fueron arrestadas, transportaba la droga desde Marruecos en helicóptero, un aparato que probablemente haya ido a parar al Instituto Tecnológico Superior ADA (ADA ITS), entre los más de veinte helicópteros, avionetas y aviones que la Audiencia Nacional cede a este centro para otorgarle una segunda vida, con mejor intención, a un producto «que sirve para matar».
«Lo que solemos decir es queaquello que ha servido para matar con droga, está sirviendo para educar» este es el mensaje que Javier Fernández-Montes, director del ADA ITS, transmite día a día a sus alumnos, la mayoría con aspiraciones en este mundo tecnológico y que no tienen intención de formarse en una carrera universitaria, «creando esta escuela pretendíamos que aquellos que no quieran una formación universitaria, tengan una oportunidad y sepan que un FP (Grado de Formación Profesional) es un camino seguro al empleo».

¿Cómo manipulan estos ‘narcohelicópteros’?
Los 120 estudiantes que manipulan de forma rutinaria estos vehículos, algunos valorados en decenas de miles de euros, aprenden a través de él. Conocen su funcionamiento, lo mejoran y en definitiva, emplean un uso didáctico que supone el sinónimo del propósito con el que se halló: transportar droga en El Estrecho y sus ciudades colindantes.

Todos los aparatos que llegan a este centro educativo lo hacen con previa autorización judicial, puesto que según afirman, si estos se subastasen las mafias podrían volver a comprarlos, «cuando creamos este nuevo centro educativo e implantamos el Grado Superior de Avión y Helicóptero de Turbina necesitábamos aeronaves con los que nuestros alumnos pudiesen realizar las prácticas», expone Javier, quien además explica cómo fue el proceso hasta adquirir estas ‘joyas de la corona’, «al estar tocando todas las empresas que podían ayudar y cooperar, una de las cooperaciones que se nos ocurrió fue tocar la Audiencia Nacional», a partir de ahí llegó la primera que era un producto de una incautación de la Guardia Civil,» y hasta día de hoy que contamos con alrededor de 20 aeronaves».
«Son aparatos que anteriormente delinquían»
Si bien en la última intervención de la Guardia, se adquirieron en concreto tres helicópteros y una avioneta que hoy los estudiantes ya usan como si de un libro se tratase como método de enseñanza, «a la hora de impartir clase nos aportan todo porque son la práctica, es fundamental en este tipo de estudios que los alumnos puedan tocarlo, puedan verlo físicamente y no a través de un libro. Muchos vienen porque les gusta estos vehículos y otros tantos, cansados de desilusiones universitarias llegan para una segunda oportunidad. Tienen entre sus manos un material de primer nivel que anteriormente estaba delinquiendo«, especifica a Javier a los micrófonos de Área.
Las aeronaves que actualmente poseen pasan por El Estrecho y otros municipios como Chiclana o Medina – Sidonia. Esta escuela supone una ayuda al equipo de la Guardia, puesto que organizan una operación rápida, ya que cuando ellos incautan en el narcotráfico, ADA ITS el mismo día o anterior si nos avisan, lo que hacen es ayudar a que la aeronave esté el mismo día o al día siguiente en el centro educativo».

Con un único objetivo, que aquellos alumnos que utilizan día a día este vehículo se den cuenta, de cierta manera, «que el narco no sirve para nada», puesto que su más preciado material que era el helicóptero para transportar droga, ya no los tienen «están utilizándose para un bien distinto que es mucho mejor».
Unos aparatos que pese a su fin principal, ya no volverán a volar, y menos para transportar drogas.