
La puntilla para un sector que agoniza. Los vertidos de petróleo que están afectando al litoral de La Línea tras el accidente del buque OS 35 en Gibraltar tienen tiritando a un sector, el pesquero que está viendo como las pérdidas se incrementan de un día para otro.
Desde el 29 de agosto, hace casi un mes, una treintena de barcos marisqueros, están parados en el Puerto de La Atunara ante la imposibilidad de hacerse a la mar. El riesgo latente de contaminación para un producto como el marisco ha obligado a armadores y pescadores a ‘aparcar’ sus barcos en espera de que se pueda acabar con los vertidos y se vuelva a la normalidad.
Leoncio Fernández, presidente de la asociación de armadores de la bahía de Algeciras, cifra en unos 300 euros, las pérdidas diarias de cada barco. «No todos los días se sale a faenar porque también afectan otros factores como cuando sopla el levante fuerte pero las pérdidas suelen ser alrededor de esa cantidad aunque no todo el mundo vende igual», apostilla.
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural mantiene cerrada por precaución la zona de producción marisquera ubicada en las inmediaciones del lugar donde está varado y hundido el buque «OS 35».