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Muchas gracias por ser fieles a una nueva cita con este blog de crecimiento personal y profesional. En esta ocasión vamos a hablar de algunos consejos que debes de ejecutar si en algún momento te ves en la situación de sufrir una crisis de ansiedad.
Una crisis de ansiedad suele aparecer como reacción a un detonante externo. Normalmente se trata de un pensamiento que nos ocasiona amenaza, peligro o incertidumbre. En definitiva se trata de un pensamiento que nos produce miedo.
Como tantas veces hemos comentado el miedo es un pensamiento sobre algo malo que nos va a ocurrir y que nuestro cuerpo reacciona como si nos estuviese ocurriendo en el momento presente.
Solo las personas que en algún momento han pasado por un cuadro de ansiedad son capaces de entender como es de desagradable esta situación y cómo de difícil de gestionar es también. Los síntomas son muy parecidos a los que aparecen cuando se sufre un infarto. Dificultad para respirar, taquicardia, dolor en el pecho, mareos, sudoración, etc…
No solamente se trata de lo desagradable del momento puntual del cuadro de ansiedad, sino también el tiempo que nuestro cuerpo tarda en volver a una situación normal o placentera.
El cuerpo tarda bastantes horas en eliminar los agentes químicos que el cuerpo a segregado tras una crisis de ansiedad. Dependiendo de la intensidad con la que se haya presentado dicha crisis también dependerá el tiempo de dicha recuperación.
Por todo esto, hoy vamos a intentar mostraros 5 consejos que debes de ejecutar cuando te encuentres ante la situación de una crisis de ansiedad.
Vamos con estos 5 consejos;
Tomar consciencia de lo que estamos pensando
El primer consejo es el de tomar consciencia de que es lo que estamos pensando y que está dando lugar a esta situación estresante que desemboca en un cuadro de ansiedad.
Este es el consejo más difícil de ejecutar, pero sin duda el más efectivo si logras conseguirlo. Es el más difícil por lo complicado que resulta poder dominar nuestros pensamientos.
Si logras determinar el pensamiento que te esta preocupando hasta el punto de llevarte a esta situación de ansiedad, deberás ser capaz de cambiar el significado de dicho pensamiento. Intentándote argumentar con tu voz interna que eso que estás temiendo no va a ocurrir. Entre otras muchas cosas porque las estadísticas así lo avalan. El 91,4% de los pensamiento de miedo sobre algo que creemos que nos va a ocurrir no ocurren.
Por tanto, sería fantástico que fueses objetivo con respecto a tu argumento mental y dejases de contarte películas de terror que te están llevando al colapso mental.
Buscar un lugar tranquilo
El segundo consejo es el de que en el momento que seas consciente que estás ante una crisis de ansiedad intentes buscar un lugar tranquilo en el que exista una buena ventilación y si además es posible te tumbes o al menos te acomodes de forma placentera.
El intentar salir de un espacio cerrado también es muy beneficioso. El estar en un recinto cerrado o en una simple habitación acentúa nuestro agobio en ese momento. Ten en cuenta que el síntoma principal es el de dificultad para respirar, por tanto, todo lo que sea salir de un recinto cerrado a un recinto exterior resulta de gran ayuda.
Aprender a controlar la respiración
El tercer consejo y sin duda el más conocido es el de intentar controlar la respiración. Cuando estamos en una situación de ansiedad entre otras muchas cosas es porque se nos ha disparado la hormona del estrés, llamada cortisol.
Uno de los remedios más eficaces para poder bajar ese pico de cortisol es el realizar respiraciones lentas , profundas y lo más importante, abdominales. Por tanto queridos amigos no se trata de llenar el pecho de aire sino de llenar la barriga.
El respirar no solo es eficaz por el hecho de lo que ayuda la respiración para bajar el cortisol, sino también porque pones el foco de atención en dicha respiración y eso ayuda a diluir ese pensamiento perturbador que te ronda la cabeza. Precisamente esto de cambiar el foco es el siguiente consejo que te quiero dar.
Cambiar el foco de atención
Como te decía el cambiar el foco de atención ayuda a que dejes de atender a tu pensamiento perturbador que te llevo a la situación en la que estás y de este modo seas capaz de tomar consciencia del momento presente.
El truco más habitual es el de respirar en una bolsa. Con este acto realizamos dos beneficios a la vez. Nos favorecemos de los beneficios de la respiración controlada y también ponemos el foco en esa bolsa que se infla y se desinfla en cada respiración para así dejar de pensar en lo que nos perturba.
Además del truco de la bolsa puedes realizar cualquier otra actividad que te permita poner el foco. Enumerar los objetos que ves, buscar objetos de un color o cualquier cosa parecida que distraiga tu atención.
Acudir o solicitar ayuda sanitaria
El último consejo es el de ponerte en manos de especialistas. Lo normal es que aplicando los consejos que hemos dado anteriormente la situación de ansiedad remita. Pero si ves que con todas estas acciones tus circunstancias no han cambiado es importante que te pongas en manos de especialistas.
Ellos están capacitados para este tipo de situaciones y te van a poder proporcionar una mascarilla de oxigeno que favorecerá tu respiración ( ya hemos hablado de lo beneficioso de esto) y te van a poder proporcionar algún ansiolítico que te calme y te permita serenar y remitir tu estado de ansiedad.
¡Queridos amigos del blog!, como decía solo los que en algún momento de su vida han pasado por un estado de ansiedad, saben de lo mal que se pasa. Intentemos determinar cuando nos está ocurriendo para poner en practica estos consejos de los que hemos hablado en el día de hoy.
Como ya sabemos, la ansiedad está ocasionada por vivir mentalmente en el futuro, en una vida imaginaria que interpretamos como desagradable. Es fácil decirlo y difícil de cumplir, pero es absurdo dejar de vivir el presente para vivir imaginariamente un futuro que nos produce miedo y ansiedad. Intentemos dar una relativa importancia a las cosas y por supuesto no sufran por cosas que no son reales y que son fruto solo de nuestra imaginación.