
La Unión Europea y el G7 han vuelto a mover ficha poniendo tope al precio del petróleo ruso, lo que contribuirá a que la incertidumbre se mantenga en el mercado a lo largo de los próximos meses, en los que la volatilidad en su precio será la tónica dominante.
Con esta medida se pretende poner límites a los ingresos obtenidos por Rusia provenientes de la subida del precio del petróleo y así evitar que continúe financiando la invasión en Ucrania con los beneficios obtenidos de la exportación de crudo.
El tope se ha fijado en los sesenta dólares por barril, aunque se irá ajustando según evolucione el mercado, evitando que el precio global caiga por debajo del tope, que se actualizará según evolucione el precio.
Así, los bancos no podrán financiar la compra venta del petróleo ruso y los puertos no podrán descargar los cargamentos cuyo precio haya sido superior al fijado. Además, las aseguradoras tienen prohibido asegurar las cargas de los petroleros, con lo que la exportación por vía marítima resulta impracticable.
Consecuencias del tope
Tras el anuncio y la aplicación de esta nueva sanción, la evolución del precio del petróleo Brent, por primera vez desde el mes de enero, estuvo registrando valores por debajo de los ochenta dólares para recuperarse seguidamente antes de descender nuevamente, moviéndose en una continua montaña rusa.
La reacción de Putin no se ha hecho esperar y manifiesta que no aceptará dicho tope, mientras prepara una respuesta acorde a la sanción.
Como primera medida, ya ha anunciado que no proveerá de petróleo a los países que se adhieran a la limitación en el precio de su petróleo. Por el momento, prohibirá vender petróleo sujeto a ese tope al tiempo que afirma que no le faltarán compradores y prevé reorientar sus ventas hacia Asia.
Para algunos, sin embargo, se trata de una medida un tanto descafeinada. El tope fijado para el crudo ruso, se sitúa por encima de su coste de producción -además, Rusia ya estaría vendiendo su producción con descuentos muy similares al mencionado tope-, por lo que la oferta global no se verá demasiado afectada.
Si por el contrario el tope se hubiese fijado en un límite en el que la producción no fuese rentable, el golpe tanto para Rusia como para la oferta global, hubiese sido mucho más duro.
Y es que las sanciones son un arma de doble filo, en tanto que, mientras que se intenta reducir los ingresos provenientes de las importaciones para Rusia, las economías europeas llevan meses sufriendo el encarecimiento de las materias primas.
Ofensiva de la OPEP y aprovisionamiento de China
Entre tanto, la OPEP continúa con su firme propósito de reducir su objetivo de producción, basando sus argumentos en las débiles perspectivas económicas en un escenario incierto en el que la recesión a nivel mundial amenaza de manera constante a las economías internacionales.
A juicio de los analistas, la OPEP y Rusia estarían barajando nuevos recortes en la producción. Dicha medida podría llegar a producir un incremento de los precios en el 2023 que podría rebasar los 110 dólares, teniendo en cuenta tanto esta medida como el arranque de China.
Por su parte, el gigante asiático parece haber cambiado su política restrictiva para contener la expansión del Covid, anunciado una importante relajación en las medidas de contención.
No obstante, y a pesar de lo positivo de este anuncio para la economía, los precios del petróleo no reflejaron, por el momento, lo positivo que esta noticia debiera suponer.
Además, China estaría aprovechando el tope fijado para el petróleo proveniente de Rusia, para aprovisionarse de crudo importando ingentes cantidades aprovechando los precios, inferiores a los precedentes, ante la caída de la demanda global.
Y es que ya desde la primera mitad del año en curso Rusia reemplazó a Araba Saudí como primer proveedor para China. Sin embargo, ante la noticia del tope que la Unión Europea y el G7 implantarían para sancionar a Rusia, China pausó sus importaciones ante la incertidumbre que la medida provocaba, tratando de seguir manteniendo su aparente neutralidad ante la comunidad internacional, a pesar de los esfuerzos de ésta última para que se posicione e influya en Rusia para que respete a la ONU.
Por el momento, la volatilidad en el precio del crudo permanecerá en los mercados que se mantienen expectantes tanto ante la actuación de la OPEP como ante la evolución del consumo en China.