
El puerto de Algeciras se ha convertido durante los últimos años en uno de los puntos de España y Europa donde más vehículos robados se interceptan, aprovechando su posición estratégica que enlaza con el norte de África para utilizarlo como vía de transporte directo hacia el continente vecino.
Las actuaciones se han venido repitiendo con el mismo modus operandi: coches, habitualmente de alta gama, que son extraídos por expertos que pertenecen a bandas organizadas en países del norte de Europa, principalmente en Bélgica, Francia o Alemania, y que recorren por carretera miles de kilómetros hasta acabar en la dársena del Estrecho.
De hecho, Algeciras fue uno de los lugares en los que se llevó a cabo una de las actuaciones policiales más importantes de este tipo que se recuerdan, donde se detuvieron nueve de los 230 implicados en una operación desarrollada a nivel mundial y que se saldó con la recuperación de más de un millar de vehículos robados.
En este punto se llevan a cabo controles exhaustivos para luchar contra esta práctica, algo que se ve reforzado durante los meses de OPE (Operación Paso del Estrecho) cuando agentes de la policía de hasta 20 países, integrados en la Operación Minerva, se congregan en los puertos de Algeciras, Ceuta y Tarifa para combatir el terrorismo, la inmigración y el tráfico de drogas y mercancías entre las que se incluyen los coches robados.
Sin embargo, a tenor de las ultimas actuaciones, la tendencia parece que ha comenzado a cambiar y los coches que se interceptan en el puerto algecireño ya no viene por carretera, sino en contenedores, como en la intervención confirmada en las últimas horas por la Policía Nacional o la protagonizada en el mes de octubre dándose la circunstancia de que alguno de ellos habían sido utilizados para perpretar atracos en distintas partes americano.