
Solo cuatro habitantes. Tres hombres y una mujer residen en ‘La Algecira’, una pedanía que forma parte del municipio de Castellote, en Teruel. Lo del lema ‘Teruel también existe’ podría aplicarse también a esta pequeña localidad en pleno Maestrazgo aragonés que se denomina como Algeciras pero sin la ‘s’ y que padece el efecto de la despoblación de lleno.
Es una de las localidades en el mundo donde Algeciras aparece en el mapa. Las otras dos se encuentran en Colombia y en Filipinas, cada una en una punta del hemisferio, huella de la Algeciras viajera a través de la historia. Pero conozcamos más acerca de cada una de ellas.
De ‘La Algecira’ ya hemos visto que se encuentra enclavada en el maravilloso Maestrazgo, comarca de Teruel que colinda con la provincia de Castellón y que posee cuatro Monumentos Naturales: Nacimiento del río Pitarque, los Órganos de Montoro, las Grutas de Cristal en Molinos y el Puente Natural de Fonseca, así como los Cañones del Guadalope. También cuenta con otros lugares de interés como la Ermita dedicada a San Joaquín, patrono del pueblo así como un peculiar paisaje conformado por chopos y sauces, y con espectaculares vistas a las hoces del río, paisaje reflejado en las obras de Benito Pérez Galdós. De clima muy frío en invierno, los veranos son cómodos, secos y mayormente despejados. Durante el transcurso del año, la temperatura tanto en La Algecira como en el resto de la comarca del Maestrazgo generalmente varía de -1 °C a 25 °C y rara vez baja a menos de -5 °C o sube a más de 28 °C. Como curiosidad, las fiestas patronales a San Joaquín son en agosto.
Una ‘isla verde’ en medio de Los Andes
Si cruzamos el ‘charco’, en el continente americano, nos situamos en un punto del mapa correspondiente al país colombiano. En el departamento de Huila se encuentra ‘Algeciras’. También situada en un valle pero en este caso su población asciende a 24.708 habitantes y con una importante actividad agropecuaria, de hecho forma parte de la denominada ‘despensa agrícola de Huila’. Curiosamente esta zona también es rica en recursos hídricos: los numerosos ríos y quebradas que bañan el territorio son una fuente de desarrollo económico y uno de los aspectos que le dan mayor belleza y variedad al paisaje.
Sobre el origen del nombre, hay detalles curiosos que debemos destacar: Aunque no constan en ningún documento oficial los motivos por los que se eligió este nombre, sí existen testimonios orales de vecinos que refieren las razones de la elección del topónimo español «Algeciras».
En primer lugar consideraron que San Juanito como correspondía tras segregarse, no era un nombre apropiado ni serio para un municipio (sí lo era para una vereda o barrio). Acordaron que lo propio era un nombre español, dado el carácter hispano de sus fundadores, llevado muy a gala. Probaron con varios nombres de ciudades españolas que encontraron en un Atlas, pero fueron encontrando en una enciclopedia que ya existían otros municipios americanos e incluso colombianos con esos nombres. Finalmente alguien propuso Algeciras y a todos sonó bien. Comprobaron que se trataba de un importante puerto andaluz y que significaba isla en árabe (Aljazirat al hadra, isla verde). Gustó la traducción y hubo quién pensó que también ellos eran una isla verde en medio de los Andes. En otros documentos se dice que el nombre de Algeciras surgió de una reunión acompañada de aguardiente en la que participaron algunas de las ‘fuerzas vivas’ del municipio, y desde 1937 así pasó a llamarse. Su extensión territorial es de 672 km² en la parte más oriental del departamento, su altura es de 1.528 msnm y su temperatura promedio es de 20-22 °C. Otra curiosidad, en Huila también otro municipio con el nombre de Teruel.
La Bahía de Algeciras… en Filipinas
¿Y conocían que Algeciras también existe en Filipinas? Son varios islotes pertenecientes al municipio de Agutaya en la región de las Bisayas Occidentales, uno de los archipiélagos más importantes del país. Una tierra donde todavía, aunque cada vez menos, hay quien habla español, herencia de antiguos colonizadores, en su mayor parte marineros vascos, y evangelizadores que llegaron a estos lugares en torno al Siglo XVI y que comprobaron el gran parecido entre esta bahía y la algecireña. De ahí de que fuera bautizada con el nombre de Algeciras.
En la actualidad, su población supera los cuatro mil habitantes censados y cuenta con una capilla consagrada a San Isidro como el popular barrio de Algeciras. Y si nos damos un paseo por Manila, la capital de Filipinas, más ‘guiños’ a Algeciras: una de las calles junto a la estación de trenes se llama Algeciras y otra lleva el nombre de María Cristina. ¿Coincidencia? Lo que sí se puede comprobar es que Algeciras en el mundo ha dejado su impronta en paisajes y personas a través de la historia. Y sí, ‘Algeciras también existe’.