
Quizás puede que hayas visto pintadas como las que acompaña esta noticia, con la frase: ‘Liberar a Julian Assange’. Desde La Línea, dirección San Roque a la altura de Puente Mayorga o en Tarifa, cerca del Cabrito aparecen mensajes diseminados por distintas zonas del Campo de Gibraltar en los que se pide la liberación de uno de los hombres más ‘odiados’ por Estados Unidos.

Es la forma en la que el Campo de Gibraltar se suma a la campaña internacional que pide su liberación después de que en 2010 tras publicar decenas de miles de documentos secretos sobre la intervención de Estados Unidos en las guerras de Irak y Afganistán, fuera ‘diana’ del gobierno norteamericano tras desvelar los crímenes de guerra cometidos por soldados en los conflictos bélicos.
Desde que Assange diera a conocer, a través de la web WikiLeaks, estos documentos, la Casa Blanca le tiene en el punto de mira acusados de espionaje mientras esperan que sea extraditado. Por el momento lleva cuatro años en Richmond, una prisión de máxima seguridad del Reino Unido a la espera de que el Tribunal Supremo de Reino Unido resuelva el recurso interpuesto por la defensa de Assange para evitar la extradición.
Si al final es extraditado a ese país se enfrentará a una condena que podría llegar a los 175 años de cárcel.