
El algecireño Alberto Pérez Mesa, destaca, en este artículo de opinión, la «fructífera relación alcalde-ciudad» entre Algeciras y José Ignacio Landaluce, alcaldable por el PP.
«José Ignacio Landaluce se convertirá previsiblemente, tras las elecciones municipales del 28M, en el alcalde con más legislaturas a sus espaldas de la historia democrática de Algeciras. Entrará, si no lo ha hecho ya, en ese selecto club de alcaldes legendarios que se encuentran en perfecta simbiosis con sus ciudades. Alcaldes a los que la opinión pública asocia a localidades y no a siglas de partidos políticos. Lo hemos visto con Paco de la Torre en Málaga y ya lo estamos viendo con Landaluce en Algeciras. Una sólida, sincera y fructífera relación alcalde-ciudad que es capaz de sobreponerse a todo tipo de intereses supramunicipales, partidistas, electoralistas y/o personales.
Este es el resultado de toda una vida dedicada a Algeciras. Con sangre, sudor, (esfuerzo) y lágrimas, al más puro estilo Churchill, Landaluce ha sabido responder con eficacia a los grandes retos de la ciudad, así como conectar con el sentir del pueblo; sus demandas, inquietudes y esperanzas. No podríamos entender la evolución de Algeciras sin estos 12 años de gestión municipal.
Si bien es cierto que el alcalde de Algeciras no es uno de esos advenedizos de la política a quienes llaman outsiders, ¿cómo es posible que mantenga todo su capital político intacto tras tantos años? Landaluce ha cultivado un claro perfil de maverick (político que actúa con iniciativa propia o independencia), ha sabido emplear una mezcla de estilo, método y actitudes que se ha ganado la simpatía de la mayoría de los algecireños. Presenta un discurso que lo distancia de la forma tradicional de hacer -y proclamar- la política, se vincula sin filtros a los vecinos, no siente temor en desafiar o confrontar, y posee una visión innovadora sobre la gestión local.
Gracias a la chirigota del Peco, Aquí mando yo, todos sabemos por qué se conoce a
Landaluce en Algeciras: por el acento. Y es que José Ignacio siempre ha puesto el acento en construir el mejor equipo de gobierno; en dejarse la piel para conseguir proyectos e inversiones para la ciudad; en trabajar diariamente para solucionar las demandas vecinales; y en sacrificarlo todo por el progreso de su gente. Un acento especial del que sentirse orgulloso.
Le quedan pocas cosas por cumplir pero, sin duda, una de ellas es el impulso y lanzamiento del Lago Marítimo, un proyecto que será un auténtico revulsivo para toda la ciudad y que albergará espacios para el desarrollo universitario, portuario y cultural. Otros cuatro años para inaugurar todo aquello por lo que ha trabajado tanto.
Y esto lo ha posibilitado uno de los hitos más maravillosos de esta última legislatura: la
cooperación estratégica entre el Ayuntamiento de Algeciras, la UCA, la APBA y la Junta de Andalucía. La relación puerto-ciudad está más viva que nunca. Es un privilegio que uno de los puertos más importantes de Europa viva de cara a su ciudad (¡ya era hora!). Algeciras se quita el sombrero ante el liderazgo demostrado por Gerardo Landaluce que, junto a toda la comunidad portuaria, han convertido al Puerto de Algeciras en el mayor aliado estratégico de la ciudad.
Más allá de los rankings de competitividad, eficiencia o cantidad de mercancía (en los que también somos líderes), el Puerto de Algeciras nos ha demostrado ser el número uno en vocación profesional y compromiso social.
Despejadas las dudas sobre el futuro electoral del alcalde, lo que resulta evidente es que queda Landaluce para rato. He tenido la suerte (y el honor) de conocer a José Ignacio, por un lado, como rival político, donde me demostró que es el mejor candidato para los algecireños; y, por otro, como compañero, donde me enseñó lo que es dar la vida por Algeciras.
En la próxima cita electoral, como en las anteriores, los algecireños no olvidarán la entrega, devoción y defensa que nuestro alcalde ha demostrado por la ciudad. Porque con Landaluce, Algeciras siempre gana».