
La adolescencia de Pepe Santos no fue fácil, aquel niño que había nacido en el diseminado rural tarifeño de Potrero Alto y estudiaba en el colegio rural del Santuario de la Virgen de la luz, tuvo que cambiar de vida tras el fallecimiento de su padre, cuando tan solo tenía 16 años.
Fueron tiempos duros en los que había que arrimar a casa cuatro duros para poder comer, y Pepe comenzó a trabajar cuidando un rebaño de ganado, mientras se imaginaba teniendo un trabajo mejor. Ese muchacho que siempre había soñado con viajar y conocer gente pronto encontró el camino hacia su objetivo. Sus aliados un radio casete portátil, una cinta de aquellas antiguas que se rebobinaban con un bolígrafo, y unos auriculares, y así, día a día avanzando y retrocediendo aquel antiguo radiocasete, Pepe comenzó a aprender idiomas.

Su facilidad para aprender lenguas extranjeras le permitió comenzar a comunicarse en inglés y en alemán, y pronto encontró un trabajo mejor, empleado de mantenimiento en el camping Torre de la Peña.
En tan solo unos meses, los dueños del establecimiento se dieron cuenta de la capacidad de Pepe para relacionarse con los clientes, y lo reubicaron en el supermercado del camping, atendiendo al público. Su don de gentes y su capacidad para los idiomas le acabaron llevando a la recepción del conocido camping tarifeño. . Corrían los años 70.
En 1983, su esfuerzo y preparación le llevaría a convertirse en segundo jefe de recepción del hotel Atlanterra, y allí estaría hasta 1986, momento en el que decidió convertirse en emprendedor haciéndose cargo de la gestión del Camping Valdevaqueros y poniendo en marcha el chiringuito “Los Troncos” en la playa de Bolonia.

Un chiringuito que tiene ese curioso nombre porque en sus inicios se construyó con postes de teléfono. Su actual versión, que la podemos visitar en la playa de Bolonia está fabricada con maderas de Suecia, que gracias a la red de contactos de Pepe logró traer para Tarifa.
Y es que para este emprendedor, los límites nunca han sido un problema, todo lo contrario, Pepe Santos es un hombre que se ha destacado por luchar siempre por alcanzar sus metas.
Amante de los animales, apasionado del fútbol y de los caballos, disfruta cocinando y comiendo guisos tradicionales de cuchara, de los de toda la vida.
Otra de sus grandes paisajes es viajar y conocer mundo. “Descubrir otros países, conocer a sus gentes, ver cómo otros hacen las cosas, es algo maravilloso, porque te hace abrir tu mente y aprender de los demás”, destaca emocionado el alcaldable popular, que reconoce que cada vez que tiene ocasión, disfruta viajando acompañado de su mujer y amigos de toda la vida.
Casado desde 1991 y padre de 2 hijos, es un fiel devoto de la Virgen de la Luz, patrona de Tarifa, Santos es una persona socialmente activa y considera que el asociacionismo es la mejor forma de sumar esfuerzos para conseguir grandes retos. Prueba de ello es que durante más de 20 años ha formado parte del consejo de dirección de HORECA, y durante la última década ha sido el presidente de la asociación provincial de campings de Cádiz, cargo que dejó el pasado mes de marzo, para dedicarse por entero a su nuevo reto, convertirse, si las urnas lo permiten, en el próximo alcalde de Tarifa.

Con determinación y una trayectoria de superación personal, Pepe Santos se presenta como un candidato comprometido con su comunidad y con la visión de llevar a Tarifa hacia un futuro próspero. Su experiencia como emprendedor, su pasión por Tarifa y su amplia red de contactos lo respaldan en su búsqueda por mejorar la calidad de vida de los tarifeños.