
El parón del metal también repercute emocionalmente, adjetivos como cansancio, cabreo e incluso impotencia se deja entrever en las miradas de aquellos trabajadores que forman los famosos piquetes en las diferentes empresas auxiliares de los municipios. No obstante, un elemento singular, motivador para estos huelguistas y «muy especial», según definen, ha ocurrido hoy en las calles de la comarca: la estelar aparición de las que a partir de hoy podemos denominar como las mujeres del metal.

El unísono de «si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra«, que vocean desde hace una semana los huelguistas, esta tarde ha contado con voces femeninas que también lo han coreado. Las madres, esposas e hijas se han unido a esta particular lucha que ha llegado de momento para quedarse, con garra y fuerza para defender el ‘pan de sus familias’, que aseguran, «en ocasiones no llegan a final de mes«.
En declaraciones para Diario Área, las mujeres, aproximadamente treinta, que se han concentrado en uno de los accesos a la Refinería por Guadarranque, han manifestado que este insólito suceso va a volver a repetirse hasta que se llegue a un acuerdo entre las auxiliares y la Patronal. Y es que pese a que no cuentan con los permisos para poder realizar estas concentraciones, van a solicitar la licencia necesaria ante la Subdelegación de Gobierno para sumarse a esta pelea indefinida que se vive en las calles.
«Estamos reivindicando que llevamos diez años perdiendo un poder adquisitivo muy grande. Lo único que pedimos es que nos apliquen el IPC real, lo que ha subido la vida. Pedimos lo justo, es lamentable que tengamos que hacer una huelga de este carácter» ya que tal y como afirman, piden aquello que ya debían tener.
Los trabajadores y sus familias, reunidas en esta concentración que contaba con un amplio dispositivo de Guardia Civil, solo piden respeto a unos profesionales que se definen como las «herramientas» de las auxiliares del metal, «sin nosotros, no tendrían nada».

«Nadie quiere estar, queremos estar trabajando porque estamos perdiendo casi cien euros el día de huelga. Si en pandemia tuvieron unos magníficos beneficios, ya es hora que lo repartan entre la gente que se deja la piel trabajando», destaca una de las mujeres allí presentes.
«El hambre crea conciencia»
Las mujeres llegaron como pisadas potentes al son de ‘Ni un paso atrás’, con aires de motivación, ganas de victoria y soplo de ánimos para los profesionales, sus familias, que hoy suman un nuevo día más en esta Huelga del Metal, «vamos a estar aquí hasta que esta lucha se gane, porque no estamos solos y la vamos a ganar».

«Tenemos a nuestras familias que hoy están con nosotros, nuestras mujeres y además, tenemos al Campo de Gibraltar, que nos está apoyando y queremos pedirle perdón a todos los campogibraltareños por las molestias que estamos causando, pero hoy somos nosotros y mañana serán ellos. Hay que luchar para que nos traten con la suficiente dignidad y respeto», concluye uno de los afectados.
Para informacion a todos. En Cepsa tambien somos trabajadores, a turnos, algunos haciendo hasta 17 horas de trabajo. No dejan ni entrar ni salir de fabrica, manteniendonos con algun bocadillo, porque tampoco permiten la entrada de la comida. Tambien tenemos derechos. Apoyamos firmemente los motivos de la huelga, pero estan castigando a trabajadores, no a la empresa, teniendonos practicamente secuestrados sin dejarnos entrar o salir. Somos servicios minimos.