
La Policía Nacional ha detallado que se mantiene y mantendrá el mismo protocolo de control documental en la Verja de Gibraltar a la espera de que la Unión Europea y Reino Unido alcancen el acuerdo post-Brexit sobre el Peñón, en unas negociaciones que las partes implicadas emplazaron para cerrar la pasada Semana Santa como fecha ‘límite’.
Una festividad en la que al finalizar, el ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo, ha señalado en sus redes sociales que estaba recibiendo informes que apuntaban a un cambio en el tratamiento hacia los nacionales de terceros países que cruzan la frontera hacia España, añadiendo que iban a abordar esta cuestión con las autoridades del Reino Unido y España.
Se mantienen las mismas reglas, de momento
Por el momento y hasta que se llegue a un acuerdo, se mantendrán las mismas reglas que se vienen aplicando desde siempre en el control documental, dentro de un procedimiento supervisado por agentes dependientes de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras.
Es decir, la aduana supervisa en la Verja el paso de residentes de la Unión Europea, de acuerdo al control aplicado en el espacio Schengen, en el que se exige el sellado del pasaporte en el caso de ser ciudadanos británicos o de terceros países.
Tras el Brexit, los Veintisiete aprobaron en octubre de 2021 el mandato que fijaba las líneas rojas de negociación de la Unión Europea respecto a su relación futura con Gibraltar, permitiendo iniciar las conversaciones formales con Reino Unido para acordar el nuevo marco que deberían haber finalizado en el primer semestre de 2022.
Londres y Madrid coincidían en retirar la Verja, a cambio de controles en el aeropuerto y puerto. La Comisión Europea propuso que fuera la Policía española la encargada del nuevo control fronterizo en el aeropuerto y puerto de Gibraltar, algo que rechazó Reino Unido. En la negociación se baraja que sean agentes de Frontex los que se encarguen de esta tarea.
En el caso de que no se llegue a un acuerdo
El panorama que dibuja la posible salida sin acuerdo sobre Gibraltar es, literalmente, una vuelta al pasado: controles exhaustivos a todas las personas que crucen a o desde la zona Schengen; sellado sistemático de pasaportes; largas colas; comprobación de los días que se han pasado en la zona Schengen, o preguntas y peticiones de información de las fuerzas de seguridad, entre otros.
Así lo ha indicado el gobierno de Gibraltar en una guía para avisar a sus vecinos de que “es de importancia fundamental” que se preparen para una salida no negociada. Aunque admite que “será imposible mitigar esos efectos por completo porque, en muchos casos, la nueva situación reflejará la vida fuera de la UE”. Algunas áreas ya funcionan así, de hecho.